Las salinas de Cabo Rojo en la región suroeste de Puerto Rico son parte de un delicado ecosistema.
Cuando la mayoría de nosotros pensamos en la sal, es del tipo que está en un salero al lado de la pimienta. Pero para la microbióloga Dra. Lilliam Casillas, las esteras microbianas adyacentes a la sal que estudia pueden contener avances médicos que podrían salvar y mejorar millones de vidas. Desde terapias contra el cáncer hasta nuevos antibióticos y biopolímeros que cementan dispositivos médicos dentro de los cuerpos humanos, Cabo Rojo es el hogar de un mundo microscópico de enormes posibilidades.
Encontrado en la región suroeste de Puerto Rico, Cabo Rojo es un salar maduro que fue establecido por primera vez por los indígenas taínos de Puerto Rico y luego utilizado por los colonos españoles como una empresa comercial. Hoy en día, Cabo Rojo es un impresionante refugio de vida silvestre frente al mar que abarca las salinas que aún se extraen para la cosa que agitas en tus papas. Mientras que otros visitan con fines recreativos o de negocios, Lilliam y sus estudiantes vienen a recoger muestras para su investigación.
Tenemos que tener mucho cuidado cuando recolectamos muestras de Cabo Rojo", dice Lilliam. "Este es un ecosistema extremadamente frágil que ha tardado décadas en madurar, por lo que debemos caminar ligeramente y tomar solo lo que necesitamos".
Lilliam les indica a sus alumnos que ingresen al área con cautela, un paso lento a la vez. Ella compara las muestras que recolectan con la lasaña debido a las tres capas distintas que se encuentran en la esterilla microbiana. Y, tal como lo haría si se sirve una porción de la popular cacerola italiana, agarran sus porciones usando una espátula de cocina normal como la que tiene en casa. Colocan las muestras en contenedores Tupperware y salen a través de sus propias huellas originales, como Danny Torrance escapando del laberinto nevado en The Shining.
Aquí es donde termina la metáfora de lasaña.
Cianobacterias aisladas de una muestra de esterilla microbiana recolectada por Lilliam y su equipo.
Las muestras que recolectan tienen una consistencia gelatinosa con una capa superior que es verde, una capa intermedia que es rosa y una capa inferior que es negra. A un lado, el trozo se parece más a una pintura de Marc Rothko en 3D. Y, después de un tiempo expuesto a la luz solar en los alféizares de las ventanas del laboratorio, las rodajas ricas en bacterias emiten un olor intenso a huevos podridos. Es un olor adquirido.
"Para mí, el olor es maravilloso", se ríe Lilliam. “Significa que sus bacterias se están volviendo menos salinas y más productivas. Aquí es cuando las cosas comienzan a ponerse realmente interesantes ".
Los tapetes microbianos como los que Lilliam estudia con sus alumnos son realmente la base de la vida en nuestro planeta. Si algún día los humanos necesitaran recrear un ambiente orgánico habitable en un entorno extraño, tales muestras ricas en microbios estarían entre los bloques de construcción iniciales. Afortunadamente, dada su importancia y fragilidad, Cabo Rojo se salvó de los estragos de los huracanes Irma y María. Pero el campus de la Universidad de Puerto Rico en Humacao, donde Lilliam enseña y realiza investigaciones, no.
"El campus se convirtió en un refugio para estudiantes y profesores porque muchos de nosotros nos quedamos sin energía durante varios meses y no teníamos acceso a recursos básicos como agua potable y alimentos", dice Lilliam. “No tener acceso a internet fue definitivamente un problema también. Pero durante muchas semanas fue la menor de nuestras preocupaciones ”.
La comunidad del campus trabajó en conjunto para limpiar los salones y restaurar los recursos esenciales. Los estudiantes expresaron cómo la experiencia les hizo darse cuenta del valor de la familia y la comunidad.
Defensora incondicional de la diversidad en STEM, Lilliam ha asegurado fondos para un nuevo programa llamado PROUD, un acrónimo que significa Programa Diversificado Sobresaliente de Puerto Rico. Como la primera latina en su familia en obtener no solo un título universitario sino un doctorado, a Lilliam le apasiona ayudar a otros a superar los obstáculos que tuvo que enfrentar sola. Con los incansables esfuerzos de Lilliam y otros campeones como ella trabajando para crear más oportunidades en STEM para mujeres y personas de color, el campo de la microbiología está a punto de volverse tan polifacético como las gloriosas esteras microbianas de Cabo Rojo.